Senderistas de la tercera edad de Madrid también hacen camino en Valdemorillo, en una interesante vi
A la ruta de 16 kilómetros realizada por el río Aulencia, estos mayores se muestran dispuestos a seguir descubriendo el municipio tras verse obsequiados con el plano de la Ruta de la Piedra y el enlace a la edición digital del libro en el que José Luis León reúne hasta una docena de recorridos para disfrutar de otros tantos paseos por los parajes que atesora esta villa
Continúan sucediéndose las visitas al municipio por parte de distintos colectivos interesados en descubrir Valdemorillo. Y en esta ocasión con el paisaje realmente como la mejor de las ‘excusas’, le tocó el turno a un grupo de senderistas de la tercera edad llegados de la capital para completar recorrido de dieciséis kilómetros siguiendo el trazado en paralelo al río Aulencia. Y es que Sendergran pasa así también a figurar entre aquellos que acuden a esta villa para disfrutar de sus rincones, unos espacios que aún podrán descubrir mejora gracias a los recursos con los que se les obsequió en la visita a la Casa de Cultura Giralt Laporta con la que culminó su primer paseo turístico por esta villa. Primero porque los representantes de este colectivo acogieron con especial entusiasmo el plano guía de la Ruta de la Piedra, así como el enlace a la versión digital del libro de reciente publicación firmado por José Luis León, todo un compendio de rutas, hasta doce que, como plasma acertadamente el título de la obra permiten avanzar ‘En torno a Valdemorillo’ a través de su camino y paisajes.
Unas sendas que conoce bien el autor, también declarado senderista, y que la delegación de Sendergran llegada este pasado 17 de octubre a terreno valdemorillense se muestra dispuesta a poner en práctica en nuevas jornadas de encuentro con esta población. Octogenarios muchos de ellos, estos visitantes son en sí mismos un buen ejemplo de la ilusión por conocer, por andar para sentirse parte de unos y otros parajes, aspecto que se aplaude especialmente desde el Ayuntamiento, “ya que es un estímulo ver que incluso los más mayores disfrutan descubriendo nuestros caminos, nuestro privilegiado entorno, un paisaje que nunca deja de sorprender”.
