Lecciones a pie de calle con los alumnos de 3º de Primaria decididos a descubrir su pueblo
Fuente, dinteles, escudos… desde la iglesia parroquial a la cueva museo, avanzado por las vías más emblemáticas de Valdemorillo, estos escolares del Juan Falcó descifraron esta semana las claves del núcleo urbano de esta villa gracias al programa de visitas guiadas del que les hace partícipes la Concejalía de Educación y Cultura. Un original prólogo para las vacaciones que llevan a cambiar las aulas por otros espacios a disfrutar
Antes de cambiar deberes y asignaturas por un tiempo libre que ahora deberán aprender a aprovechar, todo un paréntesis estival hasta septiembre, los colegiales de Valdemorillo, y más en concreto los alumnos de tercero de Primaria del Juan Falcó, ya han tenido ocasión esta misma semana prevacacional de ‘cambiar’ sus clases habituales por las calles y plazas de su pueblo, haciendo del recorrido por el núcleo urbano otra buena lección. La que les permite conocer mejor la historia de Valdemorillo, comprender el sentido de sus diversos lugares, desde monumentos a demás instalaciones emblemáticas, desvelando las peculiaridades de los más diversos rincones a través de su misma presencia en todos ellos. Porque este es el reto, hacer marchar a los menores en ruta por esta Villa y sus sentidos, desentrañando a cada paso las claves que definen el municipio, sus usos y costumbres. Original propuesta, impulsada a través de la Concejalía de Educación y Cultura, que los escolares viven plenamente, disfrutando al entender mucho mejor el porqué de una Cueva Museo de Cerámica y Vidrio, las formas del templo parroquial, la singularidad de dinteles y escudos como pregoneros de la historia local, la utilidad de la vieja Fuente del Caño.
Guiados en estas visitas por las explicaciones que refuerzan las realidades que va relatando la recién estrenada señalización de la Ruta de la Piedra que distingue los diversos puntos de interés que reúne esta localidad, niños y niñas llegan incluso a completar jornada lectiva tan especial poniéndose manos a la tarea en un taller de grabado en vidrio que aún les ayuda a situarse mejor a la hora de mirar su pueblo sabiendo mucho más sobre todo lo que muestra. Y es que la idea es ‘engancharles’, despertar en ellos el gusto por un paseo urbano que siempre pueden repetir, ahora compartiendo ‘enseñanza’ con familiares y amigos. La plaza Doña Ana de Palacio, la calle Balconcillos, la Casa Consistorial, las Chimeneas, múltiples son las escalas que ofrece Valdemorillo así, pisando aceras y desplegado la atención sobre cada detalle, cada edificio, cada rincón.
